TRECE IDEAS PARA TENER EN CONSIDERACIÓN MIENTRAS LEEMOS A MURAKAMI
Algunas consideraciones importantes (y algunas preguntas que trataremos de responder) para leer a “El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas”, de Haruki Murakami:
1º No intentemos buscar en Murakami mundos como el que conocemos. Se rige por el principio kafkiano “explica lo más extraño como si fuese lo más natural”. Hay una cierta perplejidad ante el mundo, una extrañeza kafkiana que nos subyuga.
2º Javier Aparicio, crítico de Babelia, presenta el siguiente silogismo respecto de Murakami: “si la ficción es imaginación y la imaginación es real, ¿La ficción es real?”
3º Murakami es un excelente escritor de cuentos, pero sus narraciones cortas no son ejercicios literarios; son la antesala de novelas. Los utiliza luego en sus extensas ficciones, por eso hay que leer los cuentos como novelas en potencia. Probablemente los encontremos integrando una.
4º El estilo de Murakami es hipnótico y extraño: sus historias parecen tener la llave de nuestras obsesiones, nuestros miedos o nuestros misterios. Hurga en ellos como quien hurga en las heridas. Por eso nos seduce.
5º Los narradores de Murakami se mueven en las orillas de la 1ª persona. Por eso es difícil imaginar de quién habla o quién habla. “Viajero por azar” arranca con la frase “yo –Murakami- soy el autor de estos relatos”, pero luego nos damos cuenta de que no es así…
6º A quienes os guste Auster, descubriréis en Murakami el mismo azar peligroso y el mismo inconsciente que se destapa.
7º Como dice Javier Aparicio (de nuevo, nuestro gurú…) Murakami tiene retazos de Salinger, de Nabokov, de Scott Fitzgerald, de Kafka, del cine de David Linch, de la violencia de los comic manga. Si veis Blue Velvet, de David Linch, encontraréis muchas claves de lo que luego escribirá Murakami… Son universos paralelos, muy útiles para entender el mundo actual.
8º Murakami tiene una tendencia a narrarnos la internalización, la personalización de los conflictos. Todo lo que sucede en la sociedad, Murakami lo analiza a través de las huellas que deja en el ser humano. ¿Qué huellas encontramos en estas narraciones?
9º Encontraremos dos narradores cuyo relato está enturbiado por siniestras intrusiones inexplicables. ¿Tienen algo en común Watashi y Namboku?
10º Los dos mundos separados son medianamente reconocibles: uno es un Tokyo duro y de difícil habitabilidad, una distopía, un paisaje desapacible. El otro es una extraña utopía que no sabemos si nos gusta o no… Os sugiero una pregunta: Hasta qué punto no pensáis que se trata de una metáfora de los dos hemisferios del cerebro humano?
11º¿Qué metáforas de la globalización podemos encontrar en esos “lectores de sueños”?
12º Sabemos de Murakami que fue barman de cócteles, músico de jazz, es corredor de ultrafondo… ¿Hay señales de esa manera de entender la vida en su literatura?
13º No busquemos en Murakami fición japonesa, lo mismo que no hay ficción americana en DeLillo , es ficción global. Los problemas que plantea funcionan a escala planetaria. Algunos comentasteis con razón que es el libro menos "Murakami", aunque posiblemente sea el más arriesgado de los que ha hecho... Y a nosotros/as nos gustan las literaturas fronterizas.
¡Ánimo!
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