martes, 19 de junio de 2018
MAÑANA A LAS 19.30 NOS VEMOS CON ANTÓN CASTRO PARA HABLAR DE "GOLPES DE MAR"
ARTÍCULO DE MARIANO GISTAÍN PARA LA PRESENTACIÓN DE "GOLPES DE MAR"
Los cuentos inmortales de Golpes de mar, de Antón Castro.
Antón de niño era O Neno, el nene. Su madre lo llamaba “Planetas” porque era pura fantasía, todo imaginación. Además de la imaginación y la fantasía, lo que define a O Neno es la generosidad.
A Costa da Morte. Arteixo. El bosque y el mar están llenos de criaturas y de fenómenos que desbordan esta realidad contable. Y esa exuberancia irracional gallega es lo que nos trajo Antón en su cuerno de la abundancia.
Viene a Zaragoza en el 78 huyendo de la mili porque había oído que había un grupo de objetores de conciencia. No va a Suiza como su padre, no va al mar, como los navegantes de sus cuentos. Viene desde el océano, la lluvia y el bosque a lo que Labordeta dijo: Polvo niebla, viento y sol… y donde hay agua una huerta.
¿Qué busca Antón? ¿800 kms para librarse de la mili? ¿trabajo?
Busca y encuentra el AMOR: encuentra trabajo: vendimia en Cariñena, trabaja en un bingo, y finalmente triunfa en el periodismo: disfruta y difunde lo mejor. Por eso le conceden el Premio Nacional de Periodismo Cultural en 2014.
Los primeros cuentos de Golpes de mar, que cumple 30 años, los escribe Antón Castro en el papel de estraza que envolvía los cartones de bingo: la lotería de Babilonia.
Estribillo de Cela en Mazurca para dos muertos: Llueve mansamente y sin parar. Cunqueiro. Rosalía de Castro, la loca del bosque (en El musgo del bosque)
“No me soportaba a mí mismo”. Antón ya regresaba a Galicia con dos baúles llenos de libros –y los manuscritos de Golpes de mar– cuando la chica de su vida, Carmen, sube al tren a despedirle y le dice: he venido en una Vespa, como la de “Vacaciones en Roma”. Sube al tren, le da un beso definitivo, por suerte para nosotros, en lo práctico incrementan el censo de aragón: tienen cinco hijos maravillosos –tres chicos y dos chicas – y tres nietos, otro en camino. (Razón de amor, El musgo del bosque, PUZ, 2016). Por el censo y por los cuentos, que son maravillosos.
Lo que hace Antón desde el primer día es regalar amor y generosidad. En su tercer oficio (el primero es poeta, el segundo narrador, aunque es difícil distinguirlos), el periodismo, le mueve la curiosidad infinita, lo que le proporciona un doctorado en algo que hoy ya no existe: escuchar. Antón te pide una historia única, te pide tu alma. Un taxista de Barcelona…
A Antón, O Neno, le interesan las vidas y los amores de los demás. Pero sobre todo le interesan los sueños. Lo que pide es afecto, amor, relato y pretexto para echar a volar sus Planetas. Te pide tus propios planetas… para entender el mundo.
Antón vertebra Aragón: Cantavieja, la Iglesuela del Cid, Mirambel, El Maestrazgo, Armentón, Anzobre, Barrañán… Baladouro.
Antón vertebra en secreto a Aragón. Derrama su memoria insondable y su efusividad por Fraga, Teruel, Huesca, ha condensado en unas pocas líneas el libro acordeón del ilustrador Javi Hernández, El tango de Doroteo… Melero.
Generosidad y memoria: Toda la cultura le interesa. Deportes, música, teatro, arte… catálogos… Programas, suplementos, Borradores. Generosidad y atención a toda manifestación cultural, a todas las personas.
Golpes de mar me desborda, necesitaría mucha IA para seguir la pista de todos sus personajes. Revienta el canon de los cuentos.
“Ese es el poder de los libros: vuelven a ti sus personajes tras haber cerrado sus páginas, los fantasmas familiares de la vida”
Alba Fontán, antes de convertirse en su Destino de lamia.
Cada cuento contiene, vincula, enlaza, referencia a los demás. No pueden leerse sueltos porque forman un mundo. Casi nada de eso existe, un mundo extinguido, desguazando ballenas cuyos huesos cimentan las casas de Caión, océano impensable del que pocas veces se vuelve y del que a veces llega un barco fantasma o un piano: algo tendrá este mundo de palabras cuando treinta años y cinco ediciones después, vuelve a revivir: un editor, Eduardo Riestra, Ediciones del Viento, fleta de nuevo estos cuentos tan inabarcables como el mar y como las pasiones. Aquí está el finis terrae de Baladouro. Las visiones y los terrores de O Neno, todos sus Planetas, girando de nuevo.
Gracias, Antón, por este mundo inagotable que sacas de aquellos baúles y del fondo de tu alma pródiga en Planetas.
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La tarde flotaba en un vapor de ceniza y orballo
ARTÍCULO DE RICARDO LLADOSA EN "ANDALÁN" SOBRE "GOLPES DE MAR"
Unos días antes de la presentación, hojeaba “Golpes de mar” en la librería Cálamo y escribí a su autor: “Querido Antón: tu libro me recuerda a García Márquez, a Cela y a Cunqueiro…” Él me respondió: “Ricardo, supongo que estarán esos tres y otros muchos autores gallegos como Rafael Dieste, por ejemplo… También Rulfo, Mercè Rodoreda, Marguerite Yourcenar, Edgar Allan Poe… y, sobre todo, mi escritor favorito a lo largo de los años: Borges”.
Tras la presentación, leyendo los cuentos, recordé aquellas palabras de Antón Castro cuando la protagonista del primer relato: “Destino de lamia”, trata de superar el mal de amores visitando una biblioteca. Allí consulta vetustas geografías, enciclopedias polvorientas. Todo en pos de saberes ignotos que parecen remitirnos al universo borgiano.
Las anécdotas anteriores me sugieren la idea del imaginario lector que todos llevamos dentro. Somos lo que leemos, nuestras lecturas se convierten en cristales de un caleidoscopio que gira y gira, poniendo en marcha nuestra imaginación. En el caso de Antón Castro -lector voraz desde la adolescencia y periodista cultural durante tres décadas-, el imaginario se compone de ingentes cristales que, al más mínimo giro, modifican por completo el conjunto y cambian esa imagen caleidoscópica.
Todos los cuentos de “Golpes de mar” tienen al océano como personaje, ya sea protagonista o secundario. Un océano muy concreto, el de la Costa da Morte gallega, con especial énfasis en la antigua villa ballenera de Caión. El mar se presenta al lector como un sonido, como un aroma, como una textura que envuelve los relatos y los determina. Priman los cuentos sobre amores desgraciados.
Otra reflexión de conjunto es la relativa al tiempo narrativo. Los argumentos parecen suspendidos en una intemporalidad que a ratos nos sugiere el tiempo actual y en ocasiones un siglo XIX que no se cita pero que sin embargo aparece dibujado de un modo poemático en el paisaje, el relato o los personajes.
Aunque el libro se escribió en cuatro tiempos distintos: 1987, 1997, 2006 y 2017; sorprende la unidad del conjunto, en el cual todos los grupos de relatos exhiben similar madurez y temáticas afines. Entre todos ellos hay uno que me ha parecido magistral y en el cual me detendré. Se trata del titulado: “Dos tardes con Beatriz de Sousa”, relato de formación de un joven que llega a una Universidad Laboral de Galicia durante el tardofranquismo. Se trata de un joven enamoradizo, poeta en ciernes, fascinado por sus compañeras, entre las cuales escoge a la citada Beatriz de Sousa.
Pero la relación entre el narrador y Beatriz no cae en el lugar común del enamorado no correspondido, sino que ambos personajes se recubren de ambivalencias y sutilezas que los complejizan y los cargan de matices. Un detalle que ilustra el magisterio de este cuento es el hecho de que esté sobrecargado de nombres: de lugares, de personajes que el protagonista describe en su “Cuaderno de defectos ajenos” –un dietario– y que este hecho no sólo no ralentice el conjunto sino que contribuya a un dinamismo que va creciendo hasta su inevitable final: no otro que el transcurso del tiempo y el fin inevitable de las ilusiones.
La presentación del libro se celebró una tórrida tarde junio en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, organizada por la librería Cálamo. Corrió a cargo de la periodista Encarna Samitier, el editor Eduardo Riestra y el escritor Mariano Gistaín. Amenizaron el acto las lecturas de Luis Felipe Alegre y el canto desgarrador, al son de la guitarra, de María José Hernández.
Antón Castro estuvo acompañado de muchos amigos escritores, entre los cuales estaban Agustín Sánchez Vidal, María Dubón, Fernando Sanmartín, Luis Alegre, Joaquín Berges, Irene Vallejo y Jorge Sanz Barajas. Las fotos de este artículo son de nuestro amigo Félix Santander.
ARTÍCULO DE OSCAR NIETO PARA HERALDO
Ante más de un centenar de amigos, familiares y seguidores, el escritor Antón Castro, Premio Nacional de Periodismo Cultural en 2013, presentó este jueves en el Paraninfo de Zaragoza ‘Golpes de mar’ (Ediciones del viento), un libro de 23 cuentos que ha tenido con anterioridad hasta tres títulos distintos –‘Mitologías’, (IFC, 1987); ‘Vida e morte das baleas’, (1997, en su edición en gallego), y ‘Golpes de mar’, (Destino, 2006).
"Mi obsesión por el mar jamás ha desaparecido y en esta edición, que ya será la definitiva, he sumado otros cuatro textos: ‘El piano del naufragio’, ‘La madre y la ballena’, ‘El pintor de aves’ y ‘La voz del mar’", dijo, antes de la presentación, Castro (Santa María de Lañas-Arteixo, La Coruña, 1959), coordinador del suplemento ‘Artes y Letras’ de HERALDO desde 2002.
Además, el autor recupera ‘Urco, el perro del mar’, al que le ha dado algunas vueltas. "Seguramente volveré a escribir del mar, pero ya no será en este libro".
La última edición de la obra fue en Destino en 2006. Se agotó pronto. Y por diversas razones, entre ellas un cambio de editor, no se reeditó. "Me daba un poco de pena que no se pudiera leer. No obstante, ahora se cierra un ciclo y ya no volveré a tocarla", dijo el autor.
"‘Golpes de mar’ es un libro de culto, vivo, que estaba en peligro de extinción y que ha sido salvado por Eduardo Riestra (Ediciones del Viento) para mostrarnos el universo inabarcable de fantasía de Antón que te lleva al mar, a ese mundo donde aparecen los personajes, reales o imaginarios, de su vida", dijo en el Paraninfo Encarna Samitier, subdirectora de HERALDO.
El mar como telón de fondo
"Esta colección de cuentos la inicié a principios de los años 80, cuando trabajaba de camarero y de cajero de bingo. De hecho, el primer borrador lo redacté en gallego y sobre papel de estraza de envolver cartones de bingo. Con el tiempo ha ido creciendo como una obsesión, como un documento de mi pasión por el mar y supongo que como un informe de nostalgias, de historias, de aventuras y de personajes, reales e imaginarios", afirmó Castro.
Además de Riestra y Samitier, la presentación del libro contó con la participación del escritor Mariano Gistaín, la lectura de algunos fragmentos a cargo de Luis Felipe Alegre y la voz y la guitarra de María José Hernández.
‘Golpes de mar’ es un racimo de historias separadas donde cabe la imaginación, pero también una mirada intimista. "Este es un libro sobre otros mares, aquel por el que paseas, en el que te bañas, el que descubriste cuando eras niño, es el mar íntimo y sosegado, lleno de perfumes y gaviotas. Habla del paisaje y las pasiones humanas: el amor, los celos, el crimen... También es un trabajo que ha nacido en los periódicos: algunos textos breves fueron ‘Cuentos de domingo’ de HERALDO".
Uno de los temas capitales de la obra de Castro es la mitología del mar: los faros, los marinos, los libros de navegación, la pesca de las ballenas, algo que solían hacer en el pasado los habitantes de un lugar llamado Caión.
"Como no es fácil hacer literatura al margen de la vida propia, aquí hay muchas cosas de mi vida. Recuerdos, vivencias, enamoramientos, años de formación. Este es un libro de la memoria y de la evolución de mi escritura. Es como el álbum del mar y de mi imaginación. Es el homenaje a Galicia desde Aragón y quizá sin haber salido, mentalmente, de esa región del sueño y de la memoria", concluyó Castro.


ResponderEliminargracias por la recomendacion lo buscare
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