sábado, 31 de enero de 2009

Por qué leer a Buzatti...


Decía Italo Calvino que un clásico vuelve persistente al tiempo presente porque siempre tiene algo nuevo que contar, algo que decir al momento del lector o lectora que se acerca a él. Resiste al tiempo como el horizonte soporta fortalezas de hoy que serán ruinas mañana.

Buzzati es un escritor de esos cuyos lectores mantienen en secreto ("¿Has leído a Buzzati?"; un "no" sólo se responde una vez), uno de esos personajes que atraen tanto por lo que fueron como por lo que escribieron. Los escritores "raros" y "secretos" son abundantes en la literatura - Kafka, Calvino, Buzzati, Bernhard, Malaparte, Vila Matas...- pero aglutinan legiones de amantes que devoran sus palabras de arriba abajo, de principio a fin o de fin a principio, que los leen y releen, repasan, citan, entresacan, hojean, consumen, digieren, copian, plagian...

Sí, pero... ¿Por qué Buzzati?

Ciertamente no es un autor difícil si lo que queremos es hacer una lectura "periodística", es decir, la que puede hacer cualquier persona que llegue a una historia y se quiera quedar con una narración que pueda convertirse en un buen guión de cine... Y nada más. Pero Buzzati exige mucho más que eso.

Vamos a intentar acercarnos a esta novela -como a todas las demás- con otros ojos. Cierto es que necesitaremos echar una mirada "periodística" (es decir, que nos sirva para entender el "aquí" y el "ahora" de la novela), pero vamos a tratar de trascender un poquito esta mirada superficial y ahondar algo más en los "adentros", las "entrañas" de la narración. Por supuesto que hay que prestar atención a la aquitectura narrativa, de la que explicaremos y observaremos entre todos y todas cosas que nos ayuden a leer mejor y con mayor curiosidad, pero comprender a un autor y su obra significa entrar en su universo conceptual y emocional, en su sentimentalidad y sus valores, entender de dónde vino -sus "nutrientes" literarios, sus vivencias históricas, sus peripecias vitales...- y a dónde ha ido a parar -sus herederos, sus seguidores, sus albaceas...-, qué ha dejado por el camino, qué ha sido cosechado y qué queda por recoger en los rastrojos de su obra.

Porque toda obra literaria tiene raíz, rastrojo, hierba y grano: la crítica "periodística" se suele quedar con el grano, sin embargo una lectura paciente ha de pretender pegar el oído a la tierra que parió ese grano, a olisquear el rastrojo, a contemplar el paisaje en que creció la mata, a revivir las lluvias que la alimentaron, las tormentas que sufrió, las sequías que la asolaron y la siega final, incluso a no desechar aquello que no se llegó a decir...

Es verdad que no tendremos tiempo, quizá formación, pero sí curiosidad y algunas herramientas que nos van a permitir ir más allá de esa lectura superficial. Y desde luego, habrá tantas novelas como lectores: desde el momento en que alguien publica -hace pública- su obra, deja que cada lector haga suya la historia: sesenta ojos verán más que uno.

Buzzati necesita esta lectura: es un escritor simbolista, de aquellos que se rebeló contra su tiempo porque no acababa de comprender que los desafíos de la modernidad del siglo que llegaba fueran realmente desafíos humanos. Y vistió de un aparente "hermetismo" su obra, de un extrañamiento que nos sobrecogerá (alguien que espera una vida entera en una fortaleza a un enemigo que desapareció hace 600 años nunca es de fiar...), pero ese desesperante empeño de Buzzati en no terminar aquello que debemos hacer nosotros -el final de cualquier historia- nos abre las puertas de una profunda reflexión sobre nosotros mismos (no el ser humano, sino "yo mismo")

Por eso escogemos Buzzati para empezar.

Y porque pocos autores tienen tanto que decir.

1 comentario:

  1. He encontrado un podcast de una programa de radio sobre "El desierto de los Tártaros". Por si a alguien te interesa está en:

    http://www.cope.es/07-02-09--dino_buzzati_desierto_tartaros,31632,1,noticia_ampliada

    Esto es para los que quieran utilizar todos los sentidos

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