martes, 24 de marzo de 2020
¿Os parece que mañana hagamos una quedada virtual para hablar de nuestro libro de este mes?
Espero que el confinamiento se nos haga llevadero. Estos días he estado a tope organizando el trabajo a distancia en el instituto... La brecha digital amenaza con dejar fuera de juego a muchos chicos/as y estamos luchando por encontrar formas de comunicar con "los niños perdidos", proporcionar equipos, conseguir red, etc. Ya disculparéis que no me haya puesto en contacto antes con vosotr@s.
Os propongo que hagamos una quedada virtual en el blog durante el día de mañana para que colguéis o leáis cuando os parezca oportuno los comentarios que vais añadiendo a esta entrada, sobre el libro de Java Rosenfarb.
Al final de la entrada, si clicas en "comentarios", puedes escribir el tuyo. Es muy sencillo: te pedirá el correo y podrás escribir lo que quieras.
Y si refieres hacerlo con un audio o un videio, puedes enviármelo a jsanzbarajas@gmail.com y lo colgaremos en esta misma página.
DANIEL GASCÓN EN LETRAS LIBRES
JAVA ROSENFARB
Chava –o Java, en la transliteración en español- Rosenfarb fue una de las escritoras en yiddish más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Nació en Łódź en 1923, en el seno de una familia bundista, y durante la Segunda Guerra Mundial estuvo encerrada en el gueto de la ciudad. En 1939 había 233.000 judíos en Łódź, un treinta por ciento de la población; cuando se liquidó el gueto, en el verano de 1944, apenas quedaban unos centenares. Rosenfarb, su madre y su hermana fueron deportadas a Auschwitz, Sasel y Bergen-Belsen, donde las liberó el ejército británico. Se enteraron de que el padre había muerto en el último transporte que salía de Dachau. Las tres mujeres se refugiaron ilegalmente en Bélgica, y desde allí Rosenfarb emigró a Canadá en 1950 con su marido, el médico y activista a favor del aborto Henry Morgentaler. Murió el pasado 30 de enero en Lethbridge, en su país de adopción.
La mayor parte de la obra poética y narrativa de Java Rosenfarb trata de la experiencia del Holocausto. En el díptico Botshani (1983) reconstruyó la vida del shtetl y en Briv tsu Abrashen [Cartas para Abraham, 1992] –que todavía no está traducido al inglés- ficcionalizó su tiempo en los campos de concentración. Los siete relatos de Survivors (2004) presentan el drama de los supervivientes. Uno de los más impresionantes es “Edgia’s Revenge”, que cuenta la tortuosa relación de una kapo y una mujer a la que salvó la vida, a lo largo de varias décadas. Pero su obra maestra es la trilogía Der Boim fun Lebn [El árbol de la vida], un impresionante fresco novelístico sobre la destrucción de los judíos de Łódź, que apareció en yiddish en 1972, se publicó por primera vez en inglés en 1985 y la editorial Xordica va a publicar en español. Esta narración polifónica de más de 1000 páginas –Rosenfarb eliminó el prólogo cuando tradujo la obra al inglés con su hija Godie Morgentaler- sigue las andanzas de diez personajes judíos, desde comienzos de 1939 hasta la liquidación del gueto. Entre ellos hay industriales, escolares, bundistas, carpinteros o maestras como Rachel Eibushit, basada en la propia Rosenfarb. Otro de los protagonistas es Simcha Bunim Berkovitch, modelado a partir del poeta Simcha Bunim Shayevitsh, cuyo poema épico sobre el gueto, Lekh-Lekho, fue publicado póstumamente después de la guerra. Y, aunque es una obra de ficción, uno de los personajes fundamentales es Morderai Chaim Rumkowski, el presidente del Judenrat del gueto que sigue siendo una de las figuras más controvertidas de la Shoah. El árbol de la vida tiene la ambición totalizadora de la novela del siglo XIX: muestra los problemas cotidianos, los amores al borde del abismo, los debates intelectuales, la crueldad y el desamparo, la degradación y la penuria, la generosidad y el mal. Es un retrato del horror y también la memoria estremecedora de un mundo desaparecido.
-Daniel Gascón
ÁNGELES MARTÍN EN EL BLOG CULTURAMAS
Supervivientes’, de Java Rosenfarb
18 junio, 2016
Supervivientes es una recopilación de relatos que tienen como nexo de unión a supervivientes del Holocausto nazi. En común, el intento por comenzar una nueva vida después de ese horror. Pero, ¿cómo se reconstruye una vida habiendo pasado por algo así? ¿Es posible continuar y olvidar? O incluso ¿perdonar? Cada relato te hace pensar, remover la conciencia y los sentimientos. ¿De qué somos capaces los seres humanos?, y lo que más me intranquila es que veo que no somos capaces de aprender.
Otro de los temas que podemos observar a lo largo de las diferentes narraciones, es el sentimiento de no sentirte ni de tu nuevo país o continente ni del tuyo. Ni de aquí ni de allí: «mi niñez está allí, y mi juventud está allí, y todas mis posesiones más queridas están allí. Todo lo que me importaba, y todo ha desaparecido». ¿Quién no se siente así cuando ya no vive en la ciudad donde se ha criado?
Y la culpa, el sentimiento de culpabilidad por vivir tú y otros no. Por qué tuvo que suceder, por qué murieron mis padres y mis hijos, mis amigos y yo he sobrevivido. O culpa por lo que hicimos por vivir.
El libro está compuesto por seis relatos. En El novato nos encontramos a un inmigrante recién llegado a Montreal, que busca trabajo en un taller y que a pesar de estar en primavera, no se desprende nunca de su grueso abrigo de invierno: «pero el frío que siente Baruj no es el del clima canadiense, sino el de los recuerdos congelados en su interior».
Último amor nos hace reflexionar sobre qué harías por amor, por la persona que más quieres en tu vida, por cumplir su último deseo.
De qué sirve sobrevivir a un campo de concentración si en tu vida no pasa nada, si tu existencia pasa inadvertida. Esto es lo que nos plantea Un viernes en la vida de Sarah Zonabend.
Sin duda el relato más duro es el La venganza de Edgia, me ha impactado especialmente. ¿Qué serías capaz de hacer para sobrevivir en un campo de concentración? Vale todo por vivir. Podemos juzgar moralmente conductas en situaciones extremas donde el objetivo es vivir un día más. La culpa marcará la nueva vida de una de las protagonistas de esta historia: «estoy preparada para someterme, para rendirme a la ley perversa que parece gobernar las psiques de los supervivientes cuyas almas permanecen en el campo de concentración y que nunca serán libres». Bastante duras estas palabras, pero desgraciadamente reales para miles de personas. Otra de las frases que me han hecho pensar y me ha impactado es cuando se nos presenta a la otra protagonista, Edgia: «Era de esa clase de mujeres que se mezclan en lo que las rodea como un objeto al que el ojo se acostumbra rápidamente y que deja de percibir». Creo que es una de las peores maneras en las que los demás pueden definirte. Ser indiferentes, transparentes.
Pajarillo Rojo nos habla de la dureza de sobrevivir a tus seres queridos, y lo peor de todo, a tus hijos. Cómo esto afecta a tu mente y a tu comportamiento y cómo hace que veamos de una manera comprensiva actuaciones totalmente cuestionables.
Y el último de los relatos es el único que es real, y es un homenaje al poeta Simkha-Bunim Shayevitch, con el que convivió en el gueto de Lódz (Polonia) y del que solo dos poemas de su obra lograron sobrevivir al exterminio. En este, el superviviente son los poemas, la cultura, la lengua yiddish.
La verdad es que me ha gustado mucho leer este libro, pero a la vez me ha causado gran dolor. Lo he tenido que hacer poco a poco. No era capaz de empezar una nueva historia sin reposar la anterior, sin reflexionar e interiorizar el gran aprendizaje vital de cada uno de ellos. Y es que siempre es complicado leer sobre los campos de concentración, el Holocausto, porque fue verdad. No solo son cuentos, son realidades. Y aunque han pasado pocos años, parece ya tan lejano que da miedo que se nos olvide los horrores que somos capaces de cometer.
Java Rosenfarb nació en Lódz, Polonia 1923, y murió en Canadá en 2011. Vivió en el gueto de Lódz y pasó por varios campos de concentración entre ellos Auschwitz. Cuando finalizó la guerra emigró a Bélgica para después trasladarse a Canadá. Es considerada la escritora más importante en lengua yiddish. El yiddish es un idioma perteneciente a las comunidades judías tanto del centro como del este europeo, así como aquellas de sus descendientes en el continente americano y otros lugares del mundo, conociéndosele alternativamente como judeoalemán. Es autora de varios libros de poesía, teatro y narrativa, en la que destaca The Tree of Live (1985), trilogía basada en su experiencia de vida y considerada su obra maestra, una de las mejores representaciones literarias del Holocausto, pero gran desconocida fuera del mundo judío. Survivors, el libro de relatos, fue su última obra en 2004.
Este es de prueba, y parece que funciona
ResponderEliminarMuy bueno el post,
ResponderEliminarSi te gustan los libros debes saber que comprar online es la mejor opción.