jueves, 5 de noviembre de 2020

EMPEZAMOS EL TALLER EL 25 DE NOVIEMBRE A LAS 18.30 (NUEVO HORARIO) CON OLIVIA MANNING Y "LA GRAN FORTUNA"

 





Empezamos el curso 20-21 con inquietud e incertidumbre, pero con esperanza. Bienvenidos/as a esta nueva edición del taller de lectura "Libros para entender el mundo".

Os presento a nuestra primera invitada, la gran escritora inglesa Olivia Manning.

Ahí van un puñado de reseñas para abrir boca. Nos veremos el 25 de noviembre en nuestro horario de las 18.30h, en el salón de actos del Centro Pignatelli y con todas las garantías sanitarias. Estoy deseando veros de nuevo. Un abrazo enorme.

Podéis acceder a la nota  de prensa de la editorial aquí (Control + botón derecho sobre el enlace)

RESEÑA EN ABC


RESEÑA EN DIARIO DE SEVILLA


RESEÑA DE 'ARTES & LETRAS' DE HERALDO DE ARAGÓN

Olivia Manning. Europa abatida, 1940

La escritora cuenta la experiencia de la I Guerra Mundial en Bucarest en 'La gran fortuna', que publicaLibros del Asteroide.


JORGE SANZ BARAJAS

Olivia Manning. La II Guerra Mundial.La escritora Olivia Manning.National Portrait Gallery.

Olivia Manning fue una escritora inteligente, observadora, meticulosa y mordaz. Tanto la 'Trilogía Balcánica' como la 'Trilogía del Levante' constituyen el gran fresco de la guerra mundial en el sur de Europa y el Medio Oriente. En 1987, la BBC rodó una serie de gran éxito protagonizada por Emma Thompson y Kenneth Branagh.Libros del Asteroide nos regala la novela que inicia la 'Trilogía Balcánica' en una excelente traducción de Eduardo Jordá

Manning entregó La gran fortuna a la imprenta a los 52 años, una vez había cuajado en ella una intensa experiencia en Rumanía junto a su marido, Reginald Donald “Reggie” Smith. La pareja llegó a Bucarest en el Orient Express el mismo día en que Gran Bretaña le declaraba la guerra a Alemania. Manning abandonó la ciudad camino de Grecia poco antes de que los alemanes ocuparan Rumanía. Reggie la acompañó una semana después, en un épico vuelo de Lufthansa uno de esos días en que la mayoría de esos viajes se torcían cruelmente hacia Alemania o Italia. Poco después, Grecia entró en guerra contra Alemania y el periplo del extraño matrimonio Smith-Manning continuó por Alejandría, El Cairo, Jerusalén, y Chipre, antes de regresar a Inglaterra en 1945.

Harriet Pringle, 'alter ego' de Olivia Manning, sujeta con mano firme el punto de vista durante toda la novela. Esa es una de sus virtudes, porque nos permite seguir el tránsito del enamoramiento al desencanto en la relación con su marido, Guy Pringle, también trasunto del profesor de inglés y espía soviético Reggie Smith, cercano al grupo de “los cinco de Cambridge” e íntimo del célebre agente Anthony Blunt. La 'Trilogía de los Balcanes' relata la experiencia conjunta del tránsito de Manning y Smith por Rumanía, Grecia, Egipto y Palestina entre 1939 y 1945. Esta primera novela narra la etapa inicial de la experiencia en Bucarest. Guy Pringle traza el camino de la desolación de Harriet: su deslumbrante presencia inicial, un hombre sociable y comprometido cuya amistad desean todos, acaba siendo para Harriet “uno de esos puertos poco profundos en los que no pueden atracar los barcos”. Olivia Manning amaba más que nada poder escribir sobre su propia vida: esta novela es el diario del desencanto, del vaivén sin rumbo, el ajetreo y el 'esplín', el bullicio y la soledad que suelen nutrir el abismo de la melancolía.

Agita el relato una galería de hampones, nobles desclasados, falsos príncipes, mercachifles de la miseria, pedigüeños, tahúres, intelectuales de pacotilla, periodistas sin periódico, buscavidas, agentes dobles, crápulas y burócratas estériles que Manning disecciona con el escalpelo de su excepcional inteligencia narrativa. 

Este singular “baile de los vampiros” desagua a sus personajes en una deslumbrante 'kermesse' alrededor de una representación del drama de Shakespeare 'Troilo y Crésida' que Guy Pringle organiza con sus amigos en otoño de 1940. Incontestable. Shakespeare la escribió el mismo año que Hamlet e imaginó esta obra, la más cruda de su repertorio, como si sumergiera la Iliada en ácido: todos los héroes homéricos descubren sus miserias alrededor de un celestinesco Pándaro, que hace de 'Troilo y Crésida' un burdo y procaz remedio de 'Romeo y Julieta'. La obra representada por el singular elenco en Bucarest es un éxito y Harriet concluye que no era difícil: los actores solo han tenido que representarse a si mismos. Su retrato de Bucarest es preciso, detallista y casi entomológico. Una ciudad donde ricos y pobres se comportan como campesinos sin desbastar. 

Olivia Manning amaba más que nada poder escribir sobre su propia vida: esta novela es el diario del desencanto, del vaivén sin rumbo, el ajetreo y el 'esplín', el bullicio y la soledad que suelen nutrir el abismo de la melancolía.

Una ciudad que apura los mejores tokaji o los más exquisitos chablis danzando a orillas del turbio fango del río Dâmbovița. El lector los imaginará temblar cuando oyeran las palabras de Ulises en el drama del inglés: “Imaginad que veis a esos desdichados extranjeros, cargados con sus niños a hombros y su pobre equipaje, marchando hacia los puertos y las costas en busca de algún medio de transporte”. #artesyletras.

LA FICHA

'La gran fortuna'. Olivia Manning. Traducción de Eduardo Jordá. Epílogo de Rachel Cusk. Libros del asteroide. Barcelona, 2020. 448 páginas.


RESEÑA EN "RAZÓN Y FE"

Olivia Manning. La II Guerra Mundial.

OLIVIA MANNING, 1939, BUCAREST Y LA GUARDIA DE HIERRO.

OLIVIA MANNING; La gran fortuna. Trad. De Eduardo Jordá. Libros del Asteroide, 2020, 448 págs.

Si usted quiere leer buena novela sobre la Segunda Guerra Mundial, seguramente se inclinará por autores consagrados como Eric Vuillard, Irène Némirovsky, Primo Levi, Stefan Zweig, Joseph Joffo, Curzio Malaparte o Vasili Grossman. Déjeme decirle algo: leer a Olivia Manning es una experiencia que no debe perderse. Es quizá la mejor escritora inglesa de su generación, apenas conocida en nuestro país porque no contamos más que con un par de viejas traducciones, hasta que Eduardo Jordá ha emprendido la excelente tarea de traducirla para Libros del Asteroide.

Olivia Manning es una escritora extraordinaria, meticulosa y mordaz como pocas, que lleva años sin que nadie le ponga el dedo encima de sus libros. Inexplicable, porque es sencillamente extraordinaria. Su Trilogía Balcánica, compuesta por La gran fortuna, The Spoilt City y Friends and Heroes son, junto a la Trilogía del Levante, el gran fresco de la guerra mundial en el sur de Europa y el Medio Oriente. En 1987, la BBC rodó una serie de gran éxito protagonizada por Emma Thompson y Kenneth Branagh. Y sin embargo, el mercado editorial español no le ha prestado la menor atención hasta ahora.

Olivia Manning escribió La gran fortuna, primer libro de esta Trilogía Balcánica a los cincuenta y dos años, una vez había cuajado en ella una intensa experiencia en Rumanía junto a su marido, Reginald Donald “Reggie” Smith, ferviente socialista, profesor itinerante del British Council y tipo sociable hasta la extenuación. Se habían conocido poco antes de ese viaje. De hecho, Reggie quiso entrevistarla porque había quedado fascinado por una novela de Manning, The wind changes, ambientada en el Dublín bélico de 1921, donde una mujer vive enfrentada al dilema de una doble relación con un patriota irlandés y un escritor inglés prorrepublicano. Al parecer, cuando se casaron, Olivia no sabía aún que iba a ser destinado a Bucarest y que Reggie era espía de la Unión Soviética. Sabemos que ella fue consciente de esta faceta de su marido más adelante porque compartió con sus allegados sus sospechas de que tenían el teléfono intervenido a su regreso a Reino Unido, en 1945, pero no tenemos certeza de la fecha en que conoció esta doble vida. Reggie había sido reclutado por el célebre agente Anthony Blunt, agente doble de la KGB y del MI5, insigne profesor de arte en el Trinity College y uno de “los cinco de Cambridge”. La pareja llegó a Bucarest en el Orient Express el mismo día en que Gran Bretaña le declaraba la guerra a Alemania. Ahí empieza la novela, en un delirante y detallado viaje que Manning traza con su inaudita capacidad de observación y un minucioso detallismo en la pintura de caracteres como de atmósferas. Es soberbio el manejo del lenguaje y la habilidad para desplazar la voz narrativa hasta el más recóndito y alucinante rincón de la decadente Bucarest. El lector paseará entre una galería de hampones, nobles desclasados, falsos príncipes, mercachifles de la miseria, pedigüeños, tahúres, intelectuales de pacotilla, periodistas sin periódico, buscavidas, agentes dobles, crápulas y burócratas estériles que se buscan la vida como pueden mientras el rey de Rumanía derriba la maravillosa ciudad antigua, fue conocida como “la París de oriente”, para construir una plaza donde pueda ver los desfiles desde su balcón y los nazis rumanos de la Guardia de Hierro ya están en pie de guerra para ocupar el poder de inmediato.

La novela retrata una sociedad que a Manning le resulta extraña e inhóspita. Su retrato de Bucarest es preciso, detallista y casi entomológico. Una ciudad que parece no haber evolucionado desde la Edad Media, llena de bichos y mendigos que asaltan al paseante y tiran de él sin conmiseración recíproca alguna. Una ciudad donde ricos y pobres se comportan como campesinos sin desbastar. Una ciudad con un aura maravillosa y un clima tan turbio como el fango del río Dâmbovița

Olivia Manning consigue retratar la caída del imperio como lo hicieron Ödön von Horváth, Joseph Roth o Stefan Zweig, sin embargo, en ella no existe la mirada melancólica de estos escritores sino una visión propia del confinamiento extrañado de alguien que no comprende por qué debe estar ahí, qué diablos hace toda aquella gente, cómo es posible que hayan pasado siglos viviendo así y por qué nadie hace nada para cambiarlo. La ironía, a veces sarcástica, de Manning es deliciosa, y es deliciosamente británica esa distancia que es capaz de tomar, incluso de sí misma en el papel de Harriet Pringle, que debe acompañar a su marido Guy, conferenciante del British Council. 

A La Gran Fortuna le siguieron dos novelas más, The Spoilt City (1962) y Friends and Heroes (1965), completando la Trilogía de los Balcanes, y The Danger Tree (1977), The Battle Lost and Won (1978) y The Sum of Things (1980) que completaron The Levant Trilogy. Las dos primeras novelas son, quizá el retrato más vivo del Bucarest decadente de primer tercio de siglo. Manning abandonó la ciudad camino de Grecia poco antes de que los alemanes ocuparan Rumanía. Reggie la acompañó una semana después, en un épico vuelo de Lufthansa uno de esos días en que la mayoría de los vuelos se desviaban hacia Alemania o Italia. Esa experiencia griega constituye la base de la tercera novela de la Trilogía de los Balcanes. Poco después, Grecia entró en guerra contra Alemania y el periplo del extraño matrimonio Smith-Manning continuó por Alejandría, El Cairo, Jerusalén, y Chipre, antes de regresaran a Inglaterra en 1945.

La Gran Fortuna es una novela autobiográfica. El alter ego de Olivia es Harriet, una jovencita inexperta de veintiún años (Olivia tenía diez más cuando estalló la guerra) que contempla con perplejidad un mundo que se desmorona, en el que ella no es más que un accidente al lado de un marido, Guy, un tipo encantador pero poco fiable, al que le gusta demasiado tontear con estudiantes, beber sin medida, vivir sin rutina y no regresar hasta el amanecer. Harriet contempla la incapacidad de la legación británica para preparar la seguridad de sus compatriotas, analiza la corrupta sociedad rumana -que todavía teme y venera a la élite griega del imperio otomano, conocida como los fanariotas-, observa con distanciamiento la podredumbre de la aristocracia, encarnada en el príncipe Hadjimoscos, la princesa Teodorescu o el ingenioso pero pueril príncipe Yakimov, verdadero antagonista de Harriet. Toda la nobleza de la novela es de dudosa estirpe. Harriet, que aspira a escribir, es una aguda observadora de caracteres y una afilada cirujana de pasiones propias y ajenas. Olivia Manning dibuja a través de sus ojos un extraordinario fresco de época con una vasta gama de colores: es capaz de retratar la vacuidad de las conversaciones -las mismas que debieron aburrirle hasta la extenuación en cafés de mala muerte y hoteles decadentes. De hecho, la autora confesó que los primeros capítulos de la novela habían sido escritos inicialmente en primera persona, hasta que pudo tomar la suficiente distancia del material narrativo.

Estamos ante una novela-galería en la que docenas de personajes pululan sin rumbo. Hay pocas dominantes en las que todos ellos coincidan; quizá las dos que mejor mueven los hilos de la historia se engranan en Harriet, siendo compartidas por todos: la incertidumbre y el desamor, dos fuerzas terribles que son capaces de devastar el mundo cuando se entrecruzan. Cuando estas dos fuerzas se mezclan en medio de una guerra, la única opción para sobrevivir. La guerra convierte el desamor en deslealtad y cobardía, los dos sentimientos más destructivos para el ser humano. Pese a todo, esa mujer huraña y extraña, que Lawrence Durrell caricaturizó como “el búho ganchudo”, fue capaz de tomar distancia suficiente como para dibujar un fresco de época certero y vivaz. Quizá, la mejor novela sobre la segunda guerra mundial que haya leído usted nunca.

Jorge Sanz Barajas

Miércoles en Zenda. Miércoles de narrativa extranjera. Miércoles, en este caso, de La gran fortuna, la primera novela de la Trilogía balcánica de la escritora inglesa Olivia Manning (1908-1980), publicada originalmente en el año 1960 y rescatada ahora, con traducción deEduardo Jordá, por la editorial Libros del Asteroide. En ella, la autora perfila el complejo social de unas élites que atravesaban Europa en la víspera del mayor conflicto del siglo XX, la Segunda Guerra Mundial.ciudad llena de contrastes, inmersa en la incertidumbre por la guerra y la inestabilidad política, se aferran a una vibrante vida cotidiana mientras el caos se apodera de Rumanía y del resto de Europa. Entretanto, Harriet empezará a conocer realmente a su marido, un extrovertido profesor universitario que se rodea de un animado círculo social, y tratará de encontrar su lugar dentro de ese peculiar elenco formado por estirados diplomáticos, damas acaudaladas, pícaros seductores y arribistas. Basada en las experiencias de la autora, esta obra dio inicio a su aclamada Trilogía balcánica , por la que pasaría a la historia de la literatura inglesa del siglo XX. En ella Manning capta con una habilidad extraordinaria tanto los vaivenes de un matrimonio como el complejo desarrollo de una guerra tal y como se respira en la calle. Por su agudísimo humor, su espléndido friso de personajes y su fiel recreación histórica, está considerada como una de las mejores novelas británicas sobre la segunda guerra mundial.»

https://negraymortal.com/la-gran-fortuna-olivia-manning/

La escritora inglesa Olivia Manning (Portsmouth, 1908 – Londres, 1980) nos regala La gran fortuna, una novela escrita en 1960 y reeditada este 2020 de la mano de Libros del Asteroide. Esta obra ha sido y es considerada por la crítica como una de las mejores narraciones de ficción sobre la vida de un grupo de ingleses afincados en Rumanía durante la II Guerra Mundial. 

A través de los dos protagonistas principales, Harriet y su marido Guy, Manning nos llevará a descubrir los entresijos de una sociedad dividida entre los que padecían el miedo a una invasión alemana y los que opinaban que el mundo y su gente era demasiado bueno para ser explotado en su grandeza.

LA GRAN RUMANÍA, EL SUPERMERCADO DE EUROPA
Mientras Alemania avanza sobre el oeste del viejo continente, extendiendo su esvástica por doquier, el Reino de Rumanía (no se convirtió en república hasta años más tarde) intenta mantenerse neutral y, gracias a Inglaterra, su protectora, los problemas del país de los balcanes son efímeros. Sus miedos se ven reemplazados por alegrías contenidas cuando descubren que son otros los países invadidos tanto por rusos como por alemanes. 

Considerado el segundo mayor productor de alimentos de Europa, Rumanía nutría a los germanos a base de petróleo y se miraba en el espejo de los refinados modales franceses, con un té inglés en una mano mientras con la otra ofrecía dos lei —moneda rumana— a los pobres que acechaban a los de más alcurnia. El contraste entre ambos sectores de la sociedad queda plasmado en el lienzo que Manning dibuja en esta obra.  

THE BALKAN TRILOGY
La gran fortuna es la primera novela de seis protagonizadas por Harriet y Guy, y están divididas en dos trilogías: la «Trilogía balcánica» (La gran fortuna, The Spoilt City y Friends and Heroes), donde recorren Rumanía y Grecia durante la II Guerra Mundial, y la «Trilogía del Levante» (The Danger Tree, The Battle Lost and Won y The Sum of Things), escrita ya en la década de los 70. 

Por otra parte, me gustaría destacar el gran trabajo de traducción por parte de Eduardo Jordá, que ha sabido trasladarnos el humor y la ironía de la escritora.

MANNING Y LA REPRESENTACIÓN DE LA SOCIEDAD 

En esta novela, Manning llega a plasmar los sentimientos, motivaciones y anhelos de una sociedad a la vez temerosa y ensimismada con los acontecimientos en los que concurre la historia. 

Olivia, casada con un profesor del British Council, vivió en Bucarest cuando este fue destinado allí. El matrimonio de Harriet y Guy representa sus respectivos alter egos y dos puntos de vista demasiado complementarios el uno con el otro como para quedar enfrentados entre sí. Y junto a ellos, Yakimov y Clarence conforman los otros dos pilares de esta trama, donde las visiones del pasado, presente y futuro y la aspiración de sobrevivir a base de los demás son la base de la historia.

La escritora, aspirante a pintora, ha sabido trazar de manera magistral la otra cara de la ya tan famosa y machacada, literalmente hablando, II Guerra Mundial, dando protagonismo a los países tal vez más olvidados. 


 

Alba R. Prieto

EN EFE

Eduardo Jordá. EFE
EFE

Sevilla —
24 de marzo de 2020 

"Los que nos quejamos del confinamiento por el virus deberíamos imaginar lo que fue para una mujer joven, recién casada con un profesor, llegar a Rumanía en el Orient Express el mismo día que se desató la Segunda Guerra Mundial", ha dicho a Efe Eduardo Jordá, traductor de "La gran fortuna", de Olivia Manning (1908-1980).

Publicada por Libros del Asteroide, "La gran fortuna" es "un fresco extraordinario sobre la vida en un país neutral gobernado por un rey corrupto y donde los nazis rumanos de la Guardia de Hierro se preparan para tomar el poder", ha dicho Jordá sobre esta obra, considerada una de las mejores novelas sobre la Segunda Guerra Mundial, en un momento en que ese conflicto se ha convertido en una referencia histórica para la actual crisis sanitaria.

Poeta, novelista, ensayista, autor de libros de viajes y profesor de Literatura, Jordá ha dicho de esta obra que Manning "retrata el viejo orden social que se está viniendo abajo, retrata un mundo que se parece asombrosamente al nuestro".

"Era un mundo de aristócratas gorrones, de intelectuales marxistas que creen saberlo todo aunque no sepan nada de nada -como el propio marido de Manning-, de refugiados desesperados que intentan cruzar como sea las fronteras, de banqueros judíos que pasan de la opulencia a la persecución en un solo día, y de gente normal que intenta aparentar que las cosas siguen siendo igual que siempre", ha descrito el traductor.

Jordá ha recordado que en 1987 la BBC rodó una serie que adaptaba las novelas de Manning -protagonizada por Emma Thompson y Kenneth Branagh-, y que "al retratar ese mundo de espías, buscavidas, diplomáticos, oportunistas e intelectuales comprometidos que no dan una, Manning está a menudo a la altura de Anthony Powell, Evelyn Waugh o Elizabeth Jane Howard".

"La gran fortuna" (1960) inaugura una hexalogía --serie de seis novelas-- formada por "La trilogía balcánica" y "La trilogía del Levante", que Manning terminó de escribir poco antes de morir, en 1980.

Jordá ha explicado que "las seis novelas cuentan la historia de Harriet y Guy Pringle, trasuntos de la propia Olivia Manning y su marido, Reggie Smith, un intelectual marxista que se mostraba siempre muy generoso con los demás aunque se pasaba la vida desatendiendo a su mujer".

"Smith fue profesor del British Council en Bucarest entre 1939 y 1940 -cuando Rumanía era un país neutral acosado por los espías nazis y los fascistas rumanos de la Guardia de Hierro-, y Olivia Manning y su marido tuvieron que huir cuando los nazis invadieron Rumanía, primero a Grecia y luego a Egipto y Oriente Medio".

Jordá ha destacado cómo "Rachel Cusk, en el epílogo a la novela, afirma que lo más importante de 'La gran fortuna' -aparte de su visión del viejo orden europeo que estaba siendo destruido por la guerra- es la descripción de unos personajes que son incapaces de amar porque son 'disminuidos emocionales'".

"Lo que Harriet Pringle cuenta de la vida de los diplomáticos y profesores ingleses destinados en Bucarest es la vida de unos de seres que no paran de hablar del amor aunque no saben amar, igual que hablan continuamente de la necesidad de hacer feliz a la humanidad aunque no saben hacer felices a las personas que tienen a su lado", ha concluido.

Jordá también ha recordado que Manning escribió en un pequeño ensayo acerca de Jane Austen que "no todos los escritores de gran talento consiguen conquistar al público en un solo asalto" para afirmar que eso mismo podría decirse de la propia Manning, que murió siendo una escritora poco conocida a pesar de haber escrito una serie de novelas autobiográficas sobre la II Guerra Mundial que están a la altura de la mejor ficción británica del siglo XX.

Y ha añadido que "Olivia Manning no tuvo suerte en vida; no logró conquistar al público en un solo asalto -igual que Jane Austen-, pero "La gran fortuna" demuestra que al final, cuando ya era demasiado tarde, ganó el combate, y por KO. Ella no pudo verlo, pero nosotros sí".

Alfredo Valenzuela

EN EL PAIS

VIAJE POR EUROPA A TRAVÉS DE CINCO LIBROS/ 4. OLIVIA MANNING
Los ingleses atrapados en el lado equivocado de Europa
La británica Olivia Manning pintó el ensimismamiento individual que puede acompañar el desastre colectivo

BERNA GONZÁLEZ HARBOUR
18 AGO 2020 

Toda obra literaria es una historia individual y a la vez colectiva, un retrato de un tiempo y un lugar que no solo arropan a los personajes con un contexto, sino que definen por qué debe interesarnos su particularidad. Así es La gran fortuna, la primera entrega de la Trilogía balcánica de Olivia Manning, una historia alternativa tan ambiciosa como singular de la Segunda Guerra Mundial, una mirada británica muy lejos del heroísmo de las tropas o los discursos de Churchill, la de un grupo de jóvenes ingleses a los que el inicio de la guerra pilla en Rumanía.

“Estamos atrapados en el lado malo de Europa”, dice Clarence, el amigo perdedor que acompaña siempre a la protagonista ante la eterna ausencia de su marido. Esa frase está situada en el verano de 1940, tras la caída de París en el lado del mapa infectado de esvásticas que todos contemplan en un escaparate alemán de Bucarest. Y es la frase que nos propulsa como una arco tensionado hasta situarnos en la Inglaterra de hoy. Nos explicamos.

Este viaje por los problemas de Europa a través de cinco libros de reciente publicación en España —una de las series de verano en Babelia, de la que ésta es la cuarta entrega— nos ha llevado al rechazo al inmigrante de la mano de la italiana Melania Mazzucco, al cuidado y las relaciones que de verdad importan de la mano de la vasca Eider Rodríguez y a la opresión de las decisiones ajenas (de militares, religiosos, o civiles) de la mano de la polaca Olga Tokarczuk, Nobel de Literatura. Para este capítulo británico podíamos haber elegido cualquiera de los libros que este año han abordado el Brexit (Jonathan Coe fue magistral en El corazón de Inglaterra, Anagrama). Pero el viaje que proponemos hoy es más lejos, en tiempo y lugar.

La gran fortuna (Libros del Asteroide) fija los pies en esa Rumania de 1939 que aún miraba a Occidente con admiración, con envidia, con deseo de imitar a Inglaterra y a Francia y con la esperanza de formar parte de un bando de aliados que se defiendan ante Hitler. Existen los prorrusos, que ven en el socialismo una ilusión de justicia, y existen los proalemanes, una Guardia de Hierro que agita, que asesina, que prepara el terreno quintacolumnista para una invasión germana que, en el entorno de los protagonistas, nadie quiere ver. “Ya tienen demasiada comida en el plato”, dice uno de ellos ante el miedo a una presencia rusa. Los alemanes nunca podrán con nosotros, dicen los rumanos seguros de su capacidad de defensa. La hiperconfianza en que no va a pasar nada, la engañosa sensación de inmunidad, la incapacidad de elevar el foco y ver más allá de las cenas y fiestas que les reúnen cada noche mientras Europa se descompone es una constante, un vértigo para el lector que ya conoce el desenlace fatal y un aviso de lección que parecemos no haber aprendido hoy tampoco: el ensimismamiento individual no nos exime del desastre colectivo.

Los odios cruzados también crecen en La gran fortuna: judíos y rumanos no judíos, nazis y comunistas, burgueses y campesinos se miran, recelan, se odian y conviven con las suficientes reglas como para sobrevivir en el mejor de los casos y las insuficientes como para dejar a todos al acecho unos de otros, saltando contra el mendigo, el refugiado, el gitano o cualquiera que amenace las pocas certezas de cada uno. Como ven, más lecciones para la actualidad.

El libro es de enorme belleza narrativa, bien conservada en la traducción de Eduardo Jordá, y contiene una anatomía precisa de las relaciones de pareja insatisfechas, de las reuniones sociales en las que se debaten sobre la bebida o quién paga la cuenta, sobre quién es espía, corresponsal o infiltrado en lugar de asumir la gran jugada alemana y rusa. Manning (Portsmouth, 1908, Londres, 1980) nos somete al frío, a la nieve o nos hace disfrutar del poderoso deshielo o el olor de la primavera mientras nos lleva al cine para seguir los noticiarios de guerra que solo se ven allí, a quién le importa la película. En plena descomposición, primero desaparecieron los noticiarios franceses, luego los ingleses y, cuando llegaron los alemanes, los rumanos se encontraron con escenas de avances heroicos nunca vistos, con tanques que dejaban atrás su visión anacrónica de guerras a caballo y con alemanes guapísimos que las mujeres empezaron a celebrar. Así es la vida.

En la fiesta final antes de la desbandada, una rumana entra en el apartamento donde se celebra: “¿Qué estáis haciendo aquí, ingleses? Habéis perdido la guerra, habéis perdido el imperio, lo habéis perdido todo, pero os dedicáis a hacer ruido y no dejáis dormir a nadie como si aún fueseis un país poderoso”.

El grito de esa rumana, el arco tensado de esta novela autobiográfica escrita en 1960 nos deja la flecha a los pies en esta era nuestra del Brexit y la incertidumbre para señalar a dónde lleva el aislamiento en una burbuja de tu propia fiesta mientras el mundo muere. En aquel entonces, los británicos asumieron su liderazgo y tras replegarse de Dunquerque lograron resistir, luchar y vencer, aunque no lo suficiente como para salvar a Rumanía ni al Este. El mundo, o la mitad del mundo, les importaba. Hoy, las fiestas del Brexit y el ensimismamiento continúan y se hace imposible imaginar una recuperación del liderazgo como el que entonces les hizo coger a Hitler por las solapas y darle su merecido. Por el contrario, parecen clamar de nuevo, como Clarence en 1940: "Estamos atrapados en el lado malo". No solo de Europa, sino de la historia.

La literatura, como siempre, nos lo dice todo. Y Olivia Manning —que colecciona menciones de Antony Beevor, Anthony Burgess a favor— supo vivir en carne propia y contarnos qué ocurre cuando vence el ensimismamiento.


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